Escuela
Nº 62 "Maestros
Puntanos"
100
años de historia en la educación
de un pueblo.
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100
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actual Bvar Brown 2010 -
Te : 02954-492062
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Si imagináramos un atardecer de cielo
limpio y despejado, con un febo resplandeciente,
en ese preciso momento en que las sombras
son más largas...
Si imagináramos una gota de rocio,
con ese brillo incomparable que adquiere al
recibir el primer rayo de sol...
Si imagináramos un bosque, con los
trinos de todos los pájaros...
Si imagináramos el canturrear de una
agua cristalina, deslizándose entre
las piedras...
Si imagináramos el vuelo de los flamencos
en un día de brisa suave...
Si imagináramos el blanco de la nieve
recortado en un firmamento de azul profundo...
Si imagináramos el arrullo ronco de
una torcasita, posada en su nido, despidiendo
la tarde...
Si imagináramos un noche de plenilunio,
y la luz titilante de esas luciérnagas
inalcanzables que son las estrellas...
Si imagináramos a una pareja de enamorados
caminando, tomados de la mano, entre un prado
florecido...
Si imagináramos a la bandera, trepar
majestuosa al tope del mástil, amacada
por el viento, y a un coro de ángeles
cantando "aurora"...
Si imagináramos a una madre amamantando
a su niño, acurrucado en su regazo
y cantando una canción de cuna...
... Entonces... Estaríamos imaginando
la escuela... Está escuela... Esta
escuela 62 nacida como el Mesías, en
humilde pajar, entre el monte y el médano;
iluminada entre las chispas de acero del ferrocarril
y envuelta por el humo de las máquinas
de vapor.
Este escuela del sur, potenciadora de los
más nobles sentimiento, sueños
e ideales; que conserva en sus aulas, galerías,
patios y cocinas, las voces, la risas y el
espíritu de todos los que por ella
pasaron...
Esta escuela nuestra, convocante al tañido
de su campana, a la que hoy como siempre y
como nunca -venimos los ex alumnos- alumnos
de siempre-, vestidos de pantalón corto
y guardapolvo blanco, de la mano de nuestros
viejos; y queridos y recordados maestros,
porteros y cocineros, a dar nuestro diario:
"presente"...
En el umbral de este altar que es para nosotros
la escuela, hemos venido a depositar- con
corazón encendido del aromado incienso-,
esto que pretendemos sea un ramillete de margaritas
silvestres, rojas, frescas, recién
cortadas, junto al beso casto del cariño
puro y el agradecimiento sincero del niño
que alguna vez fuimos.
Esta escuela nuestra, que hasta sus 83 años
a los 100 de su pueblo, unidos en un mismo
destino...
Está escuelita del sur que es para
nosotros joya única de esa gran corona
de diamantes, zafiros y rubíes que
ha sido- y queremos que siga siendo-, la cultura
de este Toay centenario.
Palabras del ex alumno Raúl Ernesto
García Córdoba, pronunciadas
el 24 de marzo de 1994, al cumplirse el 83
aniversario de la Escuela 62. En el año
del centario de Toay. |

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