Toay
y sus poetas
De la Tierra
(Por
Alicia V. Villapol de Cardoso - Icha)
El pueblito estaba enclavado entre los sierras.
La único luz contaba era la del sol,de noche se
perdía en lo oscuridad.
El tren era lo distracción de Llos pueblerinos,arribaba
sólo los martes al lugar.
Doña Paula y sus hijos no faltaban o lo cita ¡Pobre
Paula!, le
estaba faltando tiempo paro vivir.
Tenía la piel curtida, de color tierra, ¡si ! Paula
era de esta tierra.
Bien tempranito, se la veía sacudir la plancha a
carbón para que encendiera ,de una manera que parecía
se le iba o escapar, lo hocia habitualmente, el
brazo del ama de casa estaba acostumbrado a esos
sacudones.
El lavado y planchado paro afuera, no podía obandonarse,
son tantas bocas para comer, pensaba y a la vez
en voz alta reprochaba:
-Madre naturaleza, Cuantos hijos me hiciste parir!
y seguía su labor.
-Bueno,algún día podré tener luz en mi casa, todo
será más fácil y cruzaron por su mente los recuerdos.
Un día que el tren trajo algo pesado, los que concurrieron
a la estación, se asombraron muchisimo.
- Debe ser algo importante están todas las autoridades,
murmuraban los presentes.
El apoderado del pueblo, convocó para explicar.
Paula se sacó el delantal, pasó el peine por su
cabello y
fue mansamente al lugar de la reunión.
El orador decía: -"El progreso ha llegado con
el tren, es
un motor para que el pueblo tenga luz en ias esquinas
y en
lo casa de los que quieran. Nos dará electricidod,
ésto contribuirá a que no nos quedemos estancados,
las máquinas se pondrán en marcha con este gran
aparato".
Todos estallaron en un aplauso, algunos no entendían
mucho, sin embargo se alegraban, los indiferentes
murmuraban por lo bajo: -Otra complícación ¿Para
qué nos sirve?
y llegó el gran día, cuando los últimos rayos solares
se escondieron, el motor se puso en marcha, el pueblo
era otro
¡Tenía vida! se podía andar de noche por las calles.
Yo había otro punto luminoso en cl mapa, ya tenía
identidad nocturna, como el lucero en el cielo.
Lo luz duraba hasta lo medianoche, en este momento
se apagaba la vida, en el lapso de pocas horas era
cuando lo luz encendía y apagaba la vida. Paula
se mojó el dedo, lo pasó por lo plancha a carbón
y ésta chilló, ya estaba caliente, listo paro comenzar
lo tarea, debía dejar los recuerdos de lado. Algún
día ello también tendrá eso comodidad en su casa,
en ese momento, igual se sentía satisfecha por el
progreso.
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